Dormir es fundamental para el organismo y también para la belleza. La noche es el momento ideal para aplicar determinados tratamientos porque es el momento en el que la piel se regenera. Pero las horas de sueño, tienen a su vez algunos inconvenientes. El principal son las denominadas arrugas del sueño. Es decir, todas aquellas que pueden aparecer en el escote, cuello, pómulos, entrecejo e, incluso, zona del labio, entre otras. Es importante prevenirlas o, por lo menos, tratarlas para que no se marquen más. Aquí te contamos algunos consejos de belleza para que te puedas levantar resplandeciente.
Labios
Cuando se duerme, pueden aparecer arrugas por el bruxismo por las contracciones musculares en la mandíbula por apretar los dientes. En estos casos, es conveniente acudir al odontólogo para que haga una férula de descarga para dormir con ella porque, en caso contrario, los tratamientos cosméticos no van a funcionar.
Una vez dado este paso, lo siguiente es aplicar una crema para el contorno de los labios con efecto relleno. Si las arrugas están muy marcadas, puede que sea conveniente hacer infiltraciones con ácido hialurónico para reeditar la zona y disimularlas.
Cejas
El ceño puede fruncirse de forma inconsciente por preocupaciones, estrés, no se está durmiendo bien… Esto hace que en esa zona también aparezcan arrugas. En estas situaciones, no queda más remedio que recurrir al bótox para evitar que el músculo se contraiga.
Otra opción es dar un automasaje diario cuando se aplica la crema antiarrugas. Es muy sencillo: solo hay que colocar los dedos corazón sobre el entrecejo y presiona con ambos mientras se bordea la parte superior de las cejas. Hay que repetirlo siete veces.
Cuello
Las posiciones al dormir favorecen la aparición de las arrugas en la zona del cuello. En estos casos, es clave aplicar la crema nocturna en esta zona y no acabar en la barbilla. No obstante, lo mejor es utilizar cosmética específica para esta parte del cuerpo y que, además, sea redensificadora.
Y, si se precisan tratamientos en cabina o centros de estética, la solución pasa por la luz pulsada y la radiofrecuencia. Por el contrario, no es conveniente dar corrientes por la proximidad con el tiroides.
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