En la zona de los ojos no solo existe el problema de las llamadas patas de gallo o arrugas en su parte exterior o inferior. Para tener un mejor aspecto y tratar de parecer más joven, también hay otras áreas que deben cuidarse especialmente como son los pliegues de los párpados o del entrecejo. Como siempre, la mejor arma es la prevención. Pero, ¿qué se puede hacer cuando ya ha aparecido este problema? La clave está en unos tratamientos estéticos que son bastante efectivos.
Entrecejo
Las arrugas en el entrecejo, conocidas también como las “arrugas del estrés”, tienen solución. Una de ellas es poner bótox con el fin de conseguir alisar la zona y evitar que aparezcan nuevas.
Sin embargo, si no se quiere recurrir a este tipo de productos porque se tiene miedo a limitar la expresión natural del rostro, existen otras alternativas. Una de las más efectivas es el tratamiento Teosyal RHA, que se basa en el ácido hialurónico.
Su aplicación consiste en infiltrarlo en el área del entrecejo. El resultado es similar al que se consigue con el bótox, pero más natural. Además, con este tratamiento, no solo se logran borrar las arrugas provocadas por el paso de los años, sino también las relacionadas con el movimiento muscular.
Es un tratamiento sencillo y fácil de aplicar que, además, tiene la ventaja de su duración. Y es que su efecto permanece durante más de un año, período en el que se luce un buen aspecto.
Párpado
Los párpados son otro de los problemas de estética más importantes porque, principalmente a partir de los 40 años, los músculos que rodean los ojos pierden tono y la piel de esta zona cae hacia las pestañas. Esto hace que se tenga un aspecto más envejecido y, sobre todo, más triste.
La solución en este caso pasa por el láser. En concreto, por el PLEXR, que es de última generación. Con su aplicación, se consigue retraer la piel, generando un efecto tensor que se observa ya desde la primera semana.
Los resultados de este tratamiento se mantienen durante años. Además, tiene la ventaja de que solo se necesitan una o dos sesiones. Eso sí, su precio puede que no esté al alcance de todos los bolsillos porque viene a costar unos 1.000 euros.
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