La depilación brasileña, comenzó a realizarse a finales de los años 80 en Nueva York. Las “inventoras” fueron unas hermanas brasileñas. Pronto se convirtió en uno de las técnicas más populares para realizar la eliminación de pelo en determinadas zona del cuerpo en todo EE.UU. Poco a poco, comenzó a extenderse por otros países. Las principales zonas en las que se realiza la depilación brasileña son: la zona del bikini y el trasero.
Para realizar esta depilación se utiliza la cera. El nivel de dificultad de este tratamiento es madia y suele durar como máximo entre 15-20 minutos. Un cuarto de pulgada de pelo, es suficiente para que la cera arranque los pelos de esas determinadas partes del cuerpo. Una vez terminado el proceso, lo mejor es recortar el vello púbico para que quede en consonancia con el resto de la zona.
Si la longitud del pelo es demasiado pequeña, la eliminación no se realizará correctamente. Para facilitar el proceso en una depilación brasileña, la persona encargada de realizar la depilación, deberá aplicar polvos de talco en la piel. Estos polvos tendrán una doble función: evitar que la cera se fije demasiado en otras zonas que no se van a depilar, y calmar el dolor. También se pueden aplicar después del tratamiento.
La banda que se ponga con la cera, debe arrancarse en sentido opuesto al del crecimiento natural del vello. Esto facilitará que el pelo pueda ser sacado con su raíz. De esta manera, el pelo tardará más tiempo en salir. Algunos especialistas sugieren la utilización de bastante cera en cada tira, ya que esta suele desprenderse mucho más fácil.