Te miras al espejo por la noche y notas que tienes el pelo sucio, pero te da mucha pereza lavártelo. Tienes ganas de acostarte, dormir y olvidarte de todo. Decides lavarlo a la mañana siguiente, cuando te duches para ir a trabajar, pero, mala suerte, no hay agua o te has dormido y no tienes tiempo para lavártelo y tienes el pelo hecho una pena.
Aquí te damos algunas soluciones para salir airosa de esa situación:
– Recógelo en una coleta, trenza o moño. Cualquier peinado que no sea el pelo suelto, que es como más se notará la suciedad. También puedes usar horquillas o una diadema, cualquiera de estos elementos te ayudará a solucionarlo.
– Si tienes el pelo corto y no puedes aplicarte la solución anterior, cámbiate la raya de lado. Si la tienes a la derecha, háztela a la izquierda, y viceversa. Te dará mayor volumen al pelo y se disimulará la suciedad.
– Ponte un gorro o un pañuelo, aunque esta solución sólo te valdrá para la calle. No es cosa de que te pases toda la mañana en la oficina con el gorro calado hasta las cejas.
– Otro truco es mojarte el pelo. Mójalo y aplícate un gel que le dé forma al cabello. La suciedad del pelo se disimula cuando está mojado.
– Si tienes el pelo graso, lo mejor que puedes hacer es echar polvo de talco en el pelo, distribuyéndolo uniformemente, sobre todo en la raíz del pelo, que es donde más se acumula la suciedad. Déjalo actuar unos minutos y cepíllate el pelo enérgicamente. Absorberá la grasa y tu pelo parecerá más limpio. Eso sí, ten cuidado de no echar demasiada cantidad o parecerá que has encanecido de la noche a la mañana.
– Ten un champú en seco en casa. No conviene abusar de ellos, pero te sacarán de más de un apuro.