Aunque no se habla tanto de ellos como de la celulitis o del peso, uno de los pequeños detalles que también nos preocupan a las mujeres es el de tener la piel de los codos muy seca. En esta zona, debido a que es la que envuelve la articulación del brazo, la piel es más gruesa y presenta una mayor acumulación de melanina, lo que lleva a que, si no nos ocupamos de ella con regularidad, presente un aspecto ajado y arrugado. Es ahora, en el invierno, cuando estamos a tiempo de cuidarnos para, con la llegada del buen tiempo, lucir unos codos suaves.
Para cuidarlos, lo primero que debes hacer es una exfoliación profunda . Para lograrla, cada día, cuando te duches, sobre la piel húmeda utiliza un guante de masaje, frotando con movimientos circulares, tanto con el brazo doblado como extendidoeste área, tanto con el brazo extendido como con el codo doblado.
Una vez hecha la exfoliación, hay que hidratar muy bien la piel. Para ello, calienta un poco (sólo un poco, ten mucho cuidado con las quemaduras) un poco de aceite y viértelo en dos recipientes. Comprueba la temperatura y después, introduce los codos durante diez minutos en el aceite. Pasado este tiempo, sécalos bien con una toalla y aplica abundante crema hidratante. Si quieres potenciar el efecto de la crema, corta la parte de los dedos de unos calcetines viejos y, después de echarte la crema, póntelos en los brazos de forma que cubran la parte del codo.
Otra forma de hidratarlos es, antes de la ducha, frotarlos con una mezcla de aceite, zumo de limón y azúcar. Si lo haces todos los días, notarás los resultados en poco tiempo.