Tener unos pies bonitos no es difícil. Siguiendo una serie de cuidados, conseguiras unos pies bellos que podrás lucir y sanos que te ayudarán a sentirte mejor:
– Lávatelos todos los días utilizando abundante agua y jabón.
– Manténlos ventilados, sobre todo en épocas de mucho calor. En invierno, cuando solemos tenerlos enfundados en zapatillas nórdicas calentitas, es bueno descalzarnos de vez en cuando, aunque sin quitarnos los calcetines si hace mucho frío.
– Ablanda los zapatos nuevos antes de usarlos. Un truco muy sencillo consiste en aplicar un poco de alcohol por dentro del zapato, siempre que no destiñan y después ponértelos.
– Si tienes callos, uñas encarnadas o papilomas, acude a un podólogo, es quien mejor te puede ayudar a curarlos.
– Haz una exfoliación una vez por semana, pasando suavemente una piedra pómez o una lima especial para pedicura por las partes endurecidas.
– Hidrátalos a diario. De ese modo evitarás la aparición de callos y durezas. Es recomendable untarlos con aceite corporal, ya que deja la piel de tus pies suave y da brillo a las uñas.
– Realiza automasajes periódicos. Presiona con los dedos de las manos los puntos doloridos de tus pies y ayudarás a eliminar toxinas y a mejorar la circulación.
– Si notas los pies hichados sumérgelos en un baño de agua fría (no helada) con sal, o, mejor, alterna baños de agua fría y caliente para reactivar la circulación. Después pon los pies en alto (a una altura superior al corazón) para mejorar el riego sanguíneo y disminuir la hinchazón.
– Masajéate los pies con una crema específica para ellos. El masaje os dejará como nuevos a ti y a tus pies. Comienza por el arco del pie, masajea el talón, después el empeine y finalmente termina masajeando el tobillo con movimientos circulares.