Llega el calor y, por fin, puedes ponerte esas minifaldas, pantalones cortos y esos vestiditos de verano que compraste en las rebajas y que llevas deseando estrenar varios meses. Sin embargo, cuando te los pruebas, te das cuenta de que tu piel está blanca como la nieve, ya que no ha visto el sol en muchos meses. Afortunadamente la solución es muy sencilla, ya que sólo tienes que utilizar un autobronceador y para que consigas un autobronceado perfecto, te damos unos consejos para utilizarlo:
El día antes de aplicarte el autobronceador por primera vez, debes exfoliar tu piel, insistiendo en las zonas donde la piel as más rugosa, como codos rodillas y talones. Esto es muy importante para evitar que aparezcan ronchones del autobronceador, ya que es en estos pliegues de la piel donde suele acumularse el color. De este modo, conseguirás un bronceado uniforme.
El día que te lo vayas a aplicar, no te pongas crema hidratante, ya que ello le restaría efectividad al producto. Sigue las instrucciones del fabricante y extiéndelo con cuidado por todo el cuerpo.
Para aplicártelo en la cara, pon un poco en las manos y extiéndelo como si fuera un maquillaje, sin olvidarte del cuello y la parte externa de las orejas. Eso sí, debes evitar el contorno de los ojos, la entrada del cabello y las cejas.
Para utilizarlo en el cuerpo lo más cómodo es aplicar el producto directamente sobre la piel y extenderlo, siempre evitando los antebrazos, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Debes comenzar a extenderlo por las plantas de los pies, ascendiendo por el resto del cuerpo teniendo cuidado de no estropear lo que ya has extendido.