Si pasas tiempo al sol, probablemente habrás notado la aparición de unas manchas oscuras en tu piel. Incluso el uso de cremas hidratantes y de protectores solares no detendrá la aparición de estas manchas. El término técnico para estas manchas es lentigos solares. Estas, comienzan a desarrollarse rápidamente a partir de los 40 años y su aceleración es mucho más llamativa a partir de los 50.
Independientemente del sexo, a menos que evites completamente la exposición al sol durante la juventud, sin duda te aparecerán las manchas solares con el paso de la edad. Estos lentigos, pueden llegar a convertirse en una verdadera preocupación ya que pueden llegar a cambiar de color, lo que indica que algo no va bien. Si poco a poco, van adquiriendo un color negruzco, acude a tu dermatólogo para comprobar si se trata de un posible melanoma maligno.
Esta condición es difícil de ocultar a diferencia de otras características del paso de la edad: pelo canoso, aumento de peso… Al igual que un tatuaje, las manchas solares pueden quedarse en la piel de forma permanente. Muchos cambios del color de la piel pueden ser tratados y las manchas solares no podían ser menos. Debes consultar con tu médico tu problema y hacer caso a sus recomendaciones.
En el mercado actual existen cremas y medicamentos que te pueden ayudar a “blanquear” dichas manchas pero, siempre debes utilizarlas bajo prescripción médica. Por lo general, muchas mujeres intentan la desaparición con el láser. Recuerda que debes visitar una clínica especializada que te dé todas las garantías posibles y tengan expertos en el tema.