En verano tu cabello está expuesto a muchas agresiones: el sol, la sal del mar, el cloro, el sudor… todo ello hace que el cabello sufra y se vuelva más seco y quebradizo en la época veraniega. Pero, sin duda alguna, una de las agresiones más fuertes que recibe el cabello proviene del sol, ya que, al igual que nuestra piel, si lo sometemos a interminables sesiones al sol, terminará envejeciendo y debilitándose. Tanto es así que los expertos ya hablan de fotoenvejecimiento capilar debido a la acción del sol.
Afortunadamente la cosmética pone a nuestra disposición productos para proteger del sol no sólo nuestra piel, sino también nuestro cabello, y, aunque para la mayoría de nosotras suene un poco extraña la idea de proteger de ese modo nuestro cabello, es un acto que debemos ir incluyendo en nuestra rutina veraniega. De ese modo protegeremos no sólo la salud de nuestro cabello, sino también su color y su brillo.
Los cabellos que más sufren la acción del sol son los cabellos claros, ya sean naturales o teñidos, por lo que son los que más deberemos proteger. Podemos hacerlo, si no tenemos a mano un fotoprotector solar, usando algo tan simple como una gorra o un pañuelo, sobre todo en las horas centrales del día, pero evitando sudar en exceso, lo que también perjudicaría nuestro cabello.
Pero sin duda lo mejor es usar un fotoprotector capilar, producto que debemos aplicarnos en el cabello media hora antes de iniciar nuestra exposición al sol, extendiéndolo de forma abundante por todo el cabello, asegurándonos de que queda totalmente impregnado. La mejor manera de no olvidarlo es aplicarlo junto con el protector del cuerpo, de forma que nuestra protección sea total. Para retirarlo sólo tenemos que lavarnos el cabello cuando nos duchemos tras pasar por la playa o la piscina.