La mayoría de las veces nos acordamos de nuestros pies y decidimos exfoliarlos en casa pero, al final, esta siempre termina siendo una tarea pendiente. No seas perezosa y háztelo tu misma cada cierto tiempo. Para conseguir una perfecta exfoliación, lo primero que debes hacer es comprar una bañera de pies de hidromasaje. Esto te saldrá más caro que barreño normal pero, a la larga, lo agradecerás.
Llena el recipiente con agua tibia y asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente. A continuación, echa leche de manera que ocupes una sexta parte del contenido total del agua. Mete los pies en el agua durante al menos 20 minutos. El ácido láctico de la leche es un agente exfoliante natural y también proporciona nutrientes a la piel. Una vez pasado el tiempo recomendado, saca los pies fuera del agua y utilizar una toalla suave para secarte los pies.
Haz una mezcla con sal marina, azúcar en polvo y nueces trituradas. Esta mezcla será utilizada para “fregar” los pies y por lo tanto tiene que ser granulada. Estos ingredientes no te estropearán la piel ya que son completamente naturales. Una vez que tengas la mezcla preparada, masajea bien tus pies. Realiza movimientos circulares y presta especial atención a los puntos más ásperos como los talones y los dedos gordos.
Frota con más fuerza la zona donde se acumula un mayor número de células muertas. Después de que hayas frotado bien por el piel en general, enjuágalos en agua y vuelve a secarlos tranquilamente. Aplícales crema hidratante no grasa y ponte unos calcetines. Tus pies te loa gradecerán.