Uno de los problemas que más nos suele traer de cabeza a las mujeres es la aparición de manchas en la piel debidas, sobre todo a la acción del sol. Y curiosamente muchas veces estas manchas aparecen más en invierno que en verano, sobre todo debido al hecho de que, una vez que llega el otoño, olvidamos aplicarnos protección solar sin reparar en el hecho de que, aunque el sol no sea tan intenso como en verano, seguimos recibiendo radiaciones que producen la aparición de manchas.
Las manchas se deben sobre todo a una concentración excesiva de melanina. Esta es la sustancia que nos permite broncearnos en verano y que tiene como función principal proteger nuestra piel, lo que logra oscureciéndola y dándonos ese tono moreno que tanto nos gusta.
Además del sol, entre las causas que provocan la aparición de las manchas podemos recoger la edad, el fototipo de la piel, algunos patógenos, la dieta que seguimos y algunos medicamentos, como los antibióticos o los anticonceptivos.
La edad hace que nuestra piel vaya perdiendo elasticidad y se va haciendo más fina, por lo que la aparición de las manchas suele incrementarse ya que con el paso del tiempo va perdiendo su capacidad de protección.
También pueden aparecernos manchas en la piel durante el embarazo y si utilizamos terapias de sustitución hormonal, producidas sobre todo por el aumento de estrógenos. Por ello, cuando su nivel vuelve a regularse, las manchas suelen desaparecer, sobre todo Tanto en el embarazo como en el reemplazo hormonal, el factor clave según los estudios es el aumento de estrógenos (hormonas), que cuando disminuye ayudará a la desaparición de las manchas. Una vez estabilizado nuestro nivel de estrógenos, veremos que seguramente las manchas desaparecerán.