Como ya sabemos, existen varias maneras de llevar a cabo la depilación de nuestro cuerpo: la maquinilla de hoja, depilatorios químicos, las máquinas eléctricas, los métodos de depilación “definitiva” (hablaremos otros días de todas estas) y por último, la que hoy vamos a explicar un poco, la depilación con cera.
Aunque resulta un poco doloroso (depende de lo sensible que tengas la zona), es uno de los métodos de depilación preferidos y uno de los más efectivos.
Tipos de cera:
Caliente: Se debe calentar la cera y extenderla sobre pequeñas porciones de piel y luego se arranca en dirección contraria al bello.
Fría o tibia: Es menos irritante que la anterior y la pueden usar las mujeres que tengan problemas de circulación. El mecanismo y la duración de los resultados son los mismos que con la cera caliente.
Modo de empleo:
Las esteticistas usualmente siguen los siguientes pasos. El procedimiento puede variar dependiendo de la cera usada.
1- Limpiar el área a depilar.
2- Aplicar la cera con espátula de madera y siguiendo la dirección del pelo, ya que si no la aplicamos así, el pelo no se extrae desde la raíz y por lo tanto crece más rápido.
3- Poner sobre la cera una tira de depilación siguiendo la dirección del pelo y masajear para que se adhiera a la cera.
4- Tirar de la tira en dirección contraria al pelo. Mejor un solo tirón para que duela menos.
Importante: acuérdate de verificar siempre la temperatura de la cera antes de aplicar sobre la piel.