A la hora de darle un toque final a nuestro maquillaje y lograr que quede perfecto nada mejor que utilizar el iluminador, lo que, además de eliminar signos de cansancio, dará a tu rostro un toque luminoso que no pasará desapercibido. Sin embargo, deberemos usarlo con cuidado, ya que si no aplicamos bien, puede arruinar nuestro maquillaje.
Es importante tener cuidado al elegir el color para que se adecúe a la tonalidad de tu piel, de forma que el contraste no sea excesivo cuando lo apliques, lo que puede dejar como resultado un rostro a manchas.
Puedes aplicar el iluminador en diferentes zonas del rostro, dependiendo de la parte que quieras acentuar.
– Si queremos iluminar la mirada, deberemos aplicar un toque en el exterior del lagrimal, otro en la zona del entrecejo, que difuminaremos con cuidado para que no quede demasiado luminoso y finalmente lo aplicaremos también en cada sien. Si quieres darle aún más efecto, no dudes en aplicarlo en el arco de cada ceja, sobre todo si tienes los párpados caídos, ya que parecerá que se levanta el párpado.
– Si quieres borrar los signos de cansancio o el reflejo de una noche demasiado larga, aplica un poco en la parte alta de las mejillas, lo que dará luminosidad a la totalidad de tu rostro.
– Si no te peinas con flequillo, es una buena idea aplicar un poco en el centro de la frente, para dar luminosidad al rostro y a la mirada.
– Si no quieres destacar ninguna zona en concreto, aplica pequeños toques de iluminador por todo el rostro, no demasiados, y después aplica, con una brocha, una base compacta de maquillaje. Con ello lograrás que todo el rostro quede realmente luminoso, con un efecto que te rejuvenecerá.