Los lunares pueden tener un aspecto un poco extraño pero ¿Cómo se sabe si son buenos o malos? Un lunar es una colección de células pigmentadas que se encuentran debajo de la piel. La mayoría de los lunares se desarrollan después del nacimiento y a lo largo de nuestra infancia. Pueden aparecer sin motivo aparente o después de una larga exposición al sol. Cuidado.
Existe el riesgo de que un lunar pueda convertirse en melanoma, que es una forma de denominar al cáncer de piel. Las tasas de supervivencia para las personas con melanomas son relativamente altas pero es realmente importante que sea detectado a tiempo y se extirpe, lo cual suele hacerse con anestesia local por un médico. ¿Cómo puedo mantener mis lunares seguros?
Una de las cosas más importantes es que no tomes el sol a las horas que todos ya sabemos que no son nada recomendables. Si de todas formas tienes una larga exposición al sol por motivos laborales, por ejemplo, deberás utilizar un buen protector solar. Utiliza pantalla total en la zona o, al menos, el más alto grado que encuentres.
Cúbrete con un sombrero, si los tienes en la cara y con ropa si los tienes en algunas partes del cuerpo ¿Cuándo debo ir a mi médico? Si alguno de tus lunares te pica, sangra, te duele o aparecen nuevas inflamaciones e incluso llagas, debes acudir a tu médico. No te olvides de revisar regularmente los lunares para así saber si alguno cambia su forma o tamaño. Debes tener presente siempre los cuatro aspectos que debes revisar en tus lunares:
– Asimetría
– Bordes
– Color
– Diámetro