Mantener los lunares con seguridad


Los lunares pueden tener un aspecto un poco extraño pero ¿Cómo se sabe si son buenos o malos? Un lunar es una colección de células pigmentadas que se encuentran debajo de la piel. La mayoría de los lunares se desarrollan después del nacimiento y a lo largo de nuestra infancia. Pueden aparecer sin motivo aparente o después de una larga exposición al sol. Cuidado.

Existe el riesgo de que un lunar pueda convertirse en melanoma, que es una forma de denominar al cáncer de piel. Las tasas de supervivencia para las personas con melanomas son relativamente altas pero es realmente importante que sea detectado a tiempo y se extirpe, lo cual suele hacerse con anestesia local por un médico. ¿Cómo puedo mantener mis lunares seguros?
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Revisar los lunares


Todos realizamos revisiones de manera continua: la presión de los neumáticos de los coches, las facturas que hemos pagado, la revisión de nuestra mascota en el veterinario, etc. De esta forma, es muy fácil incluir una cosa más a la lista: la revisión de las pecas y lunares de nuestro cuerpo.

Cada mes, podemos revisarnos los lunares y pecas de nuestro cuerpo para comprobar si han cambiado en algo. Si notas algún cambio en estas partes de tu cuerpo, puede significar un problema potencial. A continuación, tienes una pequeña lista de las cosas que debes revisar en tus lunares:
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Tipos de lunares


Un lunar, es una mancha oscura permanente o adquirida en la piel. Por lo general, puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. La mayoría de las veces los lunares son un crecimiento benigno de las células que se encargan del color de la piel (melanocitos). Estas manchas pueden añadir un punto sexy a sus propietarios o por el contrario, ser odiados por los mismos. A veces, los lunares puede ser un riesgo para la salud.

Suelen aparecer durante el primer año de vida y se cree que son el resultado de un trastorno en el desarrollo de las células fetales. Las mujeres son propensas a tener más lunares, apareciendo estos en su piel durante toda la segunda o tercera década de su vida debido a las quemaduras de sol o como resultado del embarazo. Los lunares pueden tener diferentes colores. El tamaño y la forma también pueden variar.

En términos médicos se les conoce como nevos. Los nevos pueden aparecer de manera individual o en grupos repartidoss por todo el torso, los brazos y las piernas. La superficie de los lunares puede ser plana o abultada. Algunos brotan con unos pocos pelos, lo cual es normal. El lunar más común es el conocido como lentigo. Este suele ser bastante habitual en las personas de piel oscura. Es una marca oscura circular con el tamaño de una lenteja y con una superficie ligeramente elevada. Su color puede ser amarillo-marrón o marrón oscuro. Por lo general, no brota ningún cabello.

Otro tipo de lunar son los que tienen forma semiesférica, suave al tacto y con pequeños surcos. El color puede ser el mismo que el de la piel, aunque tienden a tener un tono grisáceo, e incluso, morado oscuro. El tamaño puede variar y puede parecerse a una lenteja o a una cereza. Este tipo de lunar, suele aparecer frecuentemente en la cara y el torso. Los lunares de color azul son una variante de un lunar común. Estos suelen aparecer por la cara con forma de pequeñas lentejas. Es benigno y suele ser más de un problema estético.

¿Qué son los lunares?


Los lunares son pequeñas manchas en la piel con las que nacemos o van a pareciendo con el paso de los años. La gran mayoría son benignos pero algunos pueden llegar a causar problemas a sus propietarios. Un lunar bien puesto puede llegar a ser muy sexy, pero la verdad es que muchos de los lunares que aparecen por el cuerpo no son demasiado bonitos. Muchos de los lunares aparecen durante el primer año de vida y se cree que esto es debido a un trastorno en el desarrollo de las células fetales.

Las mujeres son más propensas a tener lunares ya que pasan a lo largo de su vida por situaciones que los hombres no se ven sometidos, como por ejemplo el embarazo. Los colores de los lunares suelen variar pero los más normales son de color marrón oscuro casi negros. También varía su tamaño y su forma. Muchos son abultados mientras que otros apenas tienen grosor. Si tienes un lunar y te salen pelos en él, no te preocupes ya que es bastante normal.

El término médico para designar a los lunares es nevus melánicos. Según tu tipo de piel existen diferentes tipos de lunares. Si tu piel es oscura, lo más normal es que tengas lunares de tipo lentigo. Este se caracteriza por ser una marca oscura circular con el tamaño de una lenteja y con una superficie ligeramente elevada. Su color puede ser amarillo-marrón o marrón oscuro. Por lo general, no brotan pelos en él.

Otro tipo de lunar es el celular. Se trata de una formación semiesférica, que es suave al tacto. El color puede ser el mismo que el de la piel, púrpura oscura o grisáceo. Este tipo de lunar suele aparecer en la cara y en el torso.