Con la llegada del verano, si no tenemos la suerte de poder acercarnos al mar a darnos un baño para refrescarnos, siempre podemos acudir a las piscina, donde además de disfrutar de la relajación que proporciona el baño podemos practicar la natación o ejercicios en el agua para tonificar nuestro cuerpo, o eliminar grasa, para afinar nuestra figura de cara al verano.
Sin embargo, por mucho que disfrutemos, no debemos olvidar que el cloro del agua de las piscinas es perjudicial tanto para nuestra piel como para nuestro cabello, por lo que debemos tomar algunas precauciones para evitar que se vean dañados por él.
En cuanto al cabello, el cloro va a hacer que se reseque mucho, por lo que para protegerlo deberemos utilizar mascarillas hidratantes formuladas a base de aceite, que aplicaremos una vez por semana.
Antes de ir a la piscina lo mejor es que te laves el cabello con champú y acondicionador que contengan queratina, sustancia que te va a ayudar a fortalecer tu cabello.
Cuando salgas de la piscina, dúchate para eliminar todos los restos del cloro. Como la piel puede estar un poco irritada, es importante que utilices esponjas suaves que no tengan efecto exfoliante, sino que te ayuden simplemente a limpiar la piel. Usa un gel a base de glicerina o lo más natural posible, para evitar la irritación de los productos químicos. Sécate bien la piel y finalmente aplícate una crema hidratante apropiada para tu piel.
No te debes olvidar tampoco de las uñas, que también resultan dañadas por el cloro. Lo mejor es aplicar una capa de brillo para protegerlas antes del baño y por la noche hidrátalas aplicando en ellas un poco de aceite de oliva. De este modo conservarán un aspecto impecable durante todo el verano.