Pocas partes de nuestro cuerpo revelan tanto nuestra edad como el cuello. La falta de elasticidad de la piel, los cambios bruscos de peso o el haber pasado demasiado tiempo exponiéndonos al sol se reflejan perfectamente en el cuello y se traducen en la sequedad de la piel y en la aparición de arrugas bastante marcadas que hacen que nuestro cuello deje de lucir bonito y joven. Aunque el paso del tiempo es inevitable, sí podemos utilizar una serie de mascarillas naturales que nos ayuden a difuminar lo más posible dichas arrugas, devolviendo la juventud y la tersura a la piel del cuello.
– Mascarilla de melón: Es muy sencilla de preparar, ya que sólo tienes que batir el melón hasta lograr una pasta consistente y aplicártela en el cuello por la noche, aclarándote la piel a la mañana siguiente. Debes prepararla inmediatamente antes de utilizarla para que conserve todas sus propiedades y utilizarla diariamente. En pocas semanas, notarás los resultados.
– Aceite de coco: Cada noche aplícate una pequeña cantidad de aceite de coco en el cuello y masajea suavemente la zona durante una media hora, hasta que le aceite penetre por completo. Déjalo actuar toda la noche y aclárate la piel con agua tibia por la mañana.
– Mascarilla de clara de huevo: Para prepararla necesitarás medio litro de leche, medio litro de miel líquida y una clara de huevo. Mezcla todos los ingredientes y bátelos hasta lograr una pasta homogénea. Aplícatela sobre la piel del cuello y déjala actuar durante unos veinte minutos o para terminar aclarándote con agua tibia. La clara de huevo renovará la piel del cuello al tiempo que la deja suave y brillante.
– Aceite de ricino: Hay una modalidad sin olor que puedes aplicar sobre el cuello y, si quieres, alrededor de los ojos. Déjalo actuar unos minutos y aclárate con agua tibia. Poco a poco tus ojos y tu cuello recuperarán la juventud.