Existen pocas tarjetas de presentación tan atractivas como una bonita sonrisa, y para lograrla, uno de los elementos esenciales es cuidar y mantener la blancura de nuestros dientes. Sin embargo, el tabaco, el café y otros agentes hacen que estos amarilleen con el paso del tiempo, restando atractivo a nuestra sonrisa. Si no podemos acudir al dentista a que nos realice un tratamiento blanqueante, podemos utilizar una serie de remedios naturales que nos van a ayudar a conseguir unos dientes realmente blancos al tiempo que mantienen la salud de nuestra boca.
– Enjuague para mantener los dientes blancos: Para prepararlo necesitas una cucharada de clavos triturados, una cucharada de nuez moscada, una cucharada de canela, un cuarto de litro de vino de Jerez, cinco gotas de esencia de lavanda y cinco gotas de esencia de menta.
Sólo tienes que poner a macerar en el jerez la ca¬nela, el clavo y la nuez durante tres días y pasado este tiempo añadir los aceites esenciales. Para utilizarlo como enjuague, sólo tienes que diluir una cucharadita del enjuague en un vaso de agua.
– Pasta para blanquear los dientes: Necesitarás una cucharada de menta y otra de tomillo, una cucharadita de sal de Himalaya, 25 gotas de extracto de equinácea y arcilla verde.
Comienza preparando una infusión con la menta y el tomillo y dejándolas reposar. Cuando esté fría, cuela la infusión y añade la sal del Himalaya y la equinácea. Ya sólo te queda ir añadiendo la arcilla verde hasta que la mezcla adquiera la consistencia de una pasta de dientes.
– Pasta blanqueadora de dientes: Necesitas dos cucharadas de cáscara de limón, un cuarto de taza de levadura de cerveza y dos cucharaditas de sal. Tritura las cáscaras de limón y añade el resto de los ingredientes, hasta conseguir una consistencia de pasta. Ya sólo te queda utilizarla como tu pasta de dientes habitual.
Se envase y se aplica con su cepillo húmedo sobre esta mezcla la cual se usa como cualquier pasta.