Cuando somos adolescentes, ansiamos poder maquillarnos para poder aparentar más edad. Cuando llegamos a una edad madura, sin embargo, cuando nos maquillamos buscamos el efecto contrario, es decir, conseguir que el maquillaje nos ayude a parecer más jóvenes. Aunque no podemos esperar milagros, sí podemos vernos más rejuvenecidas si nos aplicamos el maquillaje siguiendo una serie de consejos muy sencillos:
– En cuanto a la base de maquillaje, elige siempre aquellas que tengan textura fluida, para que nos ayuden a corregir las imperfecciones de la piel. No debemos aplicarnos bases con una textura muy pastosa, ya que con ello sólo conseguiremos que las arrugas sean más visibles.
– Con la edad, es habitual que los párpados se vayan cayendo, dando a nuestra mirada un efecto cansado. Por ello, cuando nos apliquemos las sombras, lo haremos de forma que creemos la sensación de que el párpado está más levantado, es decir, maquillando siempre en dirección hacia arriba y no hacia los lados del mismo. No debemos recargar demasiado el maquillaje y evitaremos también las texturas espesas.
– Con el colorete también tendremos la precaución de no aplicar demasiado, ya que de lo contrario sólo conseguiremos que nos añada años. Por ello, lo mejor es aplicar un poco de rosa claro sobre las mejillas, para iluminar ligeramente el rostro y darle un toque más juvenil. Elige preferentemente coloretes en crema.
– Los labios tienden a afinarse con la edad, por lo que podremos darles un poco de volumen con el perfilador, pero apenas un toque, de forma que no sea demasiado visible. Lo mejor es utilizar tonos melocotones, rosas o tostados, que nos van a favorecer y darnos un aspecto saludable, joven y desenfadado.
– Finalmente, no olvides aplicar un toque de iluminador en los pómulos, el lagrimal, bajo las cejas y sobre el labio superior. Este simple gesto te ayudará a quitarte algunos años.