Si bien es cierto que la gente suele sacar el máximo provecho de su exposición al sol antes de los 18 años (sobre todo por el tiempo que se pasa al aire libre), el daño solar, que causa las arrugas, manchas y hasta cáncer de piel, se produce de manera constante a lo largo de la vida. De hecho, un estudio publicado por la Sociedad Americana de Fotobiología encontró que los estadounidenses adquieren un 23% de daño solar a los 18 años y obtienen un 10% más cada década.
¿Cómo debo lidiar con los daños en la piel que ya tengo? Para tratar los síntomas leves del daño, tales como las líneas de expresión y el tono desigual de la piel, se debe de usar una crema de retinol para las noches. En esencia ayuda a renovar la piel. Cada dos días, tu piel puede beneficiarse de las aplicaciones de ácido glicólico, producto que exfolia y suaviza la apariencia de las arrugas.
Diferentes estudios demuestran que la aplicación de ácido glicólico en un 8% cada dos días disminuye la incidencia de las queratosis precancerosas, las células que pueden convertirse en carcinoma de células de cáncer. Una crema recomendada por expertos es Olay Regenerist Regenerating Serum. Para tratar las manchas oscuras, los expertos recomiendan la prescripción de hidroquinona, que es altamente efectiva cuando se usa bajo revisión médica.
En este caso se recomienda la reevaluación después de seis meses de uso. Para los asuntos más problemáticos de pigmento, existen diferentes opciones. Una de ellas es el tratamiento con láser Fraxel, un láser regenerador muy intenso que dejará la piel roja durante unos días o semanas, dependiendo de la potencia del láser. También se puede utilizar la terapia fotodinámica, en la que se aplica una loción sobre las zonas.