Teñirnos el cabello nos da oportunidad, en pocos minutos, de cambiar de look y vernos con una nueva imagen o encontrar un color de cabello que se adapte más a nuestros gustos que el natural y nos permita reflejar mejor nuestra personalidad.
Al teñirnos, sin embargo, sometemos al cabello a tratamientos químicos que, al cabo del tiempo, pueden terminar dañándolo. Por ello, es necesario proporcionarle una serie de cuidados antes de aplicar el tinte, de forma que lo mantengamos lo más sano posible.
Dado que el tinte va a desecar mucho el pelo, es importante que esté lo más hidratado posible, para evitar que se reseque excesivamente. Lo ideal es comenzar a repararlo un mes antes, utilizando una mascarilla semanalmente.
Si tienes el cabello dañado de tintes anteriores, uno de los mejores remedios para repararlo es aplicar aceite de almendras, pero debes hacerlo sólo en las puntas si tienes el cabello graso. Lo mejor es comenzar a aplicarlo una semana y media antes de darte el tinte, para que el cabello se vaya saneando.
Recuerda que el tener el cabello bien hidratado permitirá que el pelo teñido luzca con más brillo al tiempo que hará que el color se fije de forma más uniforme.
Antes de aplicarte el tinte, cuando te laves el cabello, debes hacerlo con un champú adecuado para tu tipo de cabello, aunque sólo deberemos lavar el pelo, sin tocar el cuero cabelludo, para no irritarlo antes del tinte. Es importante que lo laves bien, para que quede completamente limpio, y así permitir una mejor fijación del color.
A continuación debes hidratar el cabello. Para que el tinte dure más, puedes aplicarte un poco de aceite de almendras en las puntas.
Elimina entonces el exceso de agua en el cabello y aplica entonces el tinte.