La flaccidez de la piel, algunos kilos de más o incluso la genética son las causas más comunes de la aparición de la papada. Sea cual sea la razón, resulta bastante antiestética, ya que desdibuja el óvalo natural de nuestro rostro y, en muchos casos, nos hace aparentar más años de los que tenemos.
Para combatirla, podemos realizar algunos ejercicios específicamente diseñados para ello o incluso recurrir a la cirugía, pero si quieres una solución instantánea, nada mejor que aprender a disimularla con maquillaje.
Base de maquillaje
Aplica la base de maquillaje que utilices habitualmente en el rostro, el cuello y el escote y, a continuación, utiliza una un poco más oscura (cuidando de que el contraste no resulte exagerado) en la zona de la papada. Difumina la zona en la que se encuentran ambos tonos de bases para que el salto no sea muy evidente y aplica polvos translúcidos para sellar el efecto. Lo ideal es que la base con la que vas a cubrir la papada sea dos tonos más oscura que tu piel.
Cuando la apliques, recuerda hacerlo desde el exterior de la quijada hacia la barbilla. De este modo, te resultará más fácil disimularla. Cuando tengas que retocar el maquillaje, utiliza polvos compactos.
Centra la atención en los ojos
Otra forma de disimular la papada es hacerla pasar inadvertida sin cubrirla de un tono de base especial, lo que lograremos haciendo que la atención del rostro recaiga sobre tu mirada. No es necesario un maquillaje muy espectacular, sino tan sólo aplicar un poco de máscara de pestañas y después maquillarte los ojos en tonos naturales que combinen con tu piel y tu cabello.
Esto es especialmente útil para el maquillaje de día, cuando no solemos aplicarnos base.