Aunque no es un invento de ahora (yo recuerdo tener uno de la marca Philips hace ya bastantes años), los cepillos eléctricos faciales se reinventan y vuelven de plena actualidad… ¿O es que nunca se fueron?
El caso es que en los últimos tiempos los he vuelto a ver, de diferentes marcas y modelos, pero muy parecidos al que yo tenía. Si, como dicen los expertos, la limpieza debe ser uno de los pilares de tu rutina de belleza, hacerte con uno de estos cepillos te vendrá de perlas, siempre que te guste la sensación de masaje que deja en tu piel.
Preparar la piel
Que la limpieza es uno de los cuidados básicos para tu rostro es algo indiscutible. Y los cepillos faciales te ayudan a limpiar la piel de forma profunda y eficaz. En general no resultan demasiado agresivos, pues las cerdas son suaves, y están indicados hasta para pieles sensibles. En cualquier caso, tampoco conviene abusar. Entre las muchas ventajas que tienen se cuentan conseguir una limpieza profunda, exfoliar y eliminar células muertas, y dejar la piel lista para que los tratamientos que apliques a continuación se absorban mejor y sean más efectivos.
Entre los modelos nuevos que puedes encontrar está el Sistema de Limpieza Facial 3 Áreas de Olay Regenerist. Un cepillo con un cabezal suave y dos velocidades, que cuesta en torno a 40 euros.
Pero el cepillo que realmente está dando de que hablar es el Clarisonic, lo último en limpieza facial. Se trata de un cepillo sónico, del Grupo L’Oréal, que en realidad no es giratorio, sino que realiza hasta 300 micro-oscilaciones cada segundo, por lo que la limpieza es suave, pero profunda, y muy rápida. Además, no irrita la piel por lo que puede usarse a diario. Puedes utilizar tu producto limpiador de siempre, o utilizar de vez en cuando un exfoliante para hacer una limpieza más profunda. El Clarisonic cuesta 149 euros.