Imaginemos que te vas de viaje y en la maleta solo te queda hueco para llevar un cosmético. ¿Qué crema elegirías? ¿Una hidratante? ¿O tal vez una antiarrugas? Pero… ¿y si hace mucho sol y me quemo? Olvídate de estos quebraderos de cabeza. Existe un cosmético único que sirve para todo. Se trata del aceite de rosa mosqueta.
La rosa mosqueta es uno de esos ingredientes básicos que sirven para todo. Se puede aplicar de la cabeza a los pies. Es cierto. Te puedes echar aceite de rosa mosqueta en la cabeza, en los párpados, en los labios, en las piernas y hasta en el contorno de ojos.
Las mil y una funciones de la rosa mosqueta
Se dice que la rosa mosqueta sirve para todo. Y es verdad que su aceite tiene tantas propiedades como ventajas. El aceite de rosa mosqueta sirve para hidratar la piel, reparar los daños del sol, favorece la cicatrización de heridas, quemaduras e incluso herpes, previene la aparición de estrías, atenúa las manchas, suaviza los picores de la dermatitis y acelera la regeneración de la piel tras tratamientos estéticos como puede ser la depilación.
¿Por qué es tan poderoso este aceite?, te preguntarás. El secreto de la rosa mosqueta es que se trata de una planta con una enorme capacidad para estimular la regeneración de las células y reforzar el colágeno de la piel.
Un gran cicatrizante
Además, posee una gran capacidad para cicatrizar la piel dañada, como se demostró en el año 80 en un estudio realizado en la Universidad de Concepción de Chile. Por este motivo se le considera uno de los ingredientes naturales más potentes en el ámbito estético y médico.
Los expertos aseguran que la pureza es clave a la hora de recolectar el aceite de la rosa mosqueta. Por ello, solo lo que se obtiene de presionar por primera vez sus frutos conserva todas las propiedades. Ya sabes, sea cual sea el problema que tengas en la piel, utiliza aceite de rosa mosqueta durante unas semanas. No te defraudará.