El día de la boda es una ocasión muy especial para cualquier persona. Las mujeres tienen muchos detalles que cuidar para este momento. Uno de ellos es el vestido de novia y otro, por supuesto, es el peinado con el que lucirá el vestido. En esta ocasión no nos vale cualquier moño bonito. El peinado ha de ir acorde con la personalidad de ésta y con el vestido que porta. ¿Tú por qué te decantarías, por un moño, por una trenza o por cualquier otro tipo de recogido?
Si estás indecisa por el tipo de peinado que más se ajuste a ti, piensa cuándo se celebra el enlace. Por ejemplo, los recogidos son aptos para bodas que se celebran por la tarde-noche, mientras que los semirecogidos se pueden portar tanto de día como de noche.
Recogidos y moños clásicos
Los recogidos clásicos nunca pasan de moda y conjugan distintos estilos. Generalmente para hacer un recogido clásico la peluquera alisa el pelo y luego trenza una parte de éste.
Los recogidos también se pueden hacer en alto. Son moños más sofisticados y que requieren de una mayor dedicación. Son estupendos para acompañar con una tiara o un accesorio similar. Este tipo de moños dan a la novia un aspecto retro, de los años 60. Curiosamente, son los que ahora mismo más se llevan.
Trenzados para las más románticas
Para las novias más románticas, las trenzas son el peinado ideal. Las trenzas son excelentes si has escogido un traje de encaje y de inspiración romántica. Si quieres trenzar tu pelo, lo mejor es que no tenses el peinado.
Para las mujeres que no llevarán velo, una posibilidad es que elijan una trenza baja y la pasen por encima de uno de los hombros. Pueden recoger el extremo de la trenza con una flor que sea igual a las del ramo. Así se le dará un toque de color al peinado.
Otra opción es realizarse una diadema natural en forma de trenza y dejar parte de la melena suelta. Opta por él si llevas el pelo cortado en capas y tienes una melena considerable.
