Este proceso es necesario para todos los tipos de piel. Hay que tonificar la piel después de la limpieza facial, esto ayudará a refrescar tu piel y hará que esta luzca más joven y bonita. Tonificar también ayuda a mejorar la circulación de la sangre de la superficie de la piel. En cierto modo, la tonificación completa el proceso de limpieza, eliminando todo rastro de productos y otros residuos. También ayuda a cerrar los poros y refinar. Esto es muy importante para las pieles más grasosas y con poros.
Consejos de tonificación
• Una buena forma de tonificar la piel es mantener bolas de algodón remojadas en un cuenco con tónico (por ejemplo) y posteriormente introducidas en el congelador. Después de la limpieza de la piel, pasa estas bolas de algodón por tu cara. Así también estimularás la circulación de la sangre de tu rostro.
• Realiza un pequeño masaje facial. Puedes empezar por las mejillas con pequeños movimientos circulares de manera ascendente. Utiliza ambas manos hasta llegar a las sienes. Presione ligeramente en ellas sin llegar a hacerte daño. En la zona de la barbilla y en la nariz realiza movimientos más pequeños. Ten cuidado, no te hagas daño en los ojos.
Si decides tonificar tu piel con algún producto, recuerda que debes probarlo primero en otra parte del cuerpo, como por ejemplo en un brazo por si pudieras tener alergia a ese producto. Si no notas nada pero con el paso del tiempo tienes sensación de ardor, deja de utilizar ese producto.