El cabello es como el rostro. Es decir, requiere de cuidados diarios que, a veces por falta de tiempo, no se hacen, aunque también influyen otros factores como la exposición al sol y al aire libre, practicar natación, dietas demasiado estrictas, llevar la cabeza siempre cubierta… Es entonces cuando el pelo empieza a verse más castigado y dañado. Recuperarlo es posible haciendo uso de productos específicos que contienen una serie de activos que son claves para reconstruir de forma rápida su aspecto.
Los activos
En las tiendas de cosmética y cuidado del cabello se pueden encontrar diferentes productos para el cabello dañado o castigado. Pero hay que fijarse bien en su composición porque no todos los activos que se incluyen en el champú, crema suavizante o mascarillas son igual de efectivos. En concreto, hay cuatro que se podrían definir como los más potentes.
Uno de ellos es el aminosilano, que consiste en un complejo de silicio que entra en la profundidad del cabello y que, por sus propiedades, puede restaurar el córtex y fortalecer la estructura capilar.
El polímero catiónico es otro de los activos reconstructores más importantes. Su particularidad radica en que actúa creando una película protectora en el cabello. Además, al aplicarlo, este principio activo es atraído sobre todo por las zonas más dañadas del cabello, lo que contribuye a que se regenere y a su alrededor se cree como una especie de film que protege y aporta suavidad al pelo.
El ceramida es quizá uno de los más conocidos. La principal ventaja de este activo es que puede rellenar el cabello desde su interior. Además, las últimas formulaciones incluyen una concentración más alta y más desarrollada de los ceramidas, de manera que se gana en eficiencia.
Y, finalmente, es muy útil la infusión de flor de loto. Esta flor, que está considerada como sagrada en países como Japón, también adquiere este estatus para el cabello. Y es que tiene muy buenas propiedades para irrigar y lubricar el pelo por su riqueza en lípidos, pero sin engrasarlo.