En más de una ocasión hemos hablado del champú en seco como un buen aliado para solucionar problemas puntuales con el cabello. Y lo cierto es que es uno de los productos que no puede faltar en el neceser de toda mujer. Sin embargo, para sacarle el máximo partido, es necesario emplearlo bien. Aquí te hacemos un manual de uso para que te beneficies de todas sus ventajas.
Consejos
Lo primero que se tiene que hacer es preparar el cabello antes de comenzar a usar el champú en seco. De este modo, hay que distribuir todo el pelo en mechones. A continuación, el siguiente paso es iniciar la aplicación vaporizando el producto sobre cada mechón a una distancia de entre 20 y 25 centímetros.
Esta aplicación tiene su secreto. Y es que hay que comenzar inicialmente por los laterales de la cabeza para seguir luego con los mechones que nacen de la zona superior del cuero cabelludo. El final, siempre debe hacerse en la zona de la nuca.
Además, es muy importante mover el cabello con un ligero masaje con los dedos mientras se hace la pulverización con el fin de distribuirlo bien por el mechón y que penetre mejor.
Tras ponerlo, hay que dejar que el producto actúe durante unos minutos, no siendo conveniente más de cinco, a no ser que el champú que hayas elegido indique lo contrario. Pasado el tiempo, hay que coger un cepillo de cerdas naturales y comenzar a cepillar todo el cabello para que se eliminen los restos del producto y, con él, toda la suciedad que se ha arrastrado.
Es conveniente tener presente que el cepillado es realmente clave porque es lo que permite que el pelo recupere el brillo natural y no quede mate. El uso de champú seco no impide que no se emplee secador de pelo para darle un poco de forma al cabello. En este caso, se tiene que optar por el aire frío y, en ninguna medida, se debe aplicar aire caliente.