Tener unos pies más suaves y bellos sin tener que ir a un centro de belleza para una pedicura es posible. Tan sólo hay que seguir en casa unos consejos y cuidados específicos para esta parte del cuerpo, que muchas veces es la gran olvidada, sobre todo en invierno, porque no se ven al no llevar sandalias. Sin embargo, es preciso prestarle atención durante todo el año para lucir unos pies 10 cuando llegue el calor y el buen tiempo.
Los cuidados
El lavado de los pies tiene que hacerse en agua tibia en la que previamente se ha puesto un poco de jabón suave, siendo conveniente sumergirlos durante unos diez minutos aproximadamente. Además, si se nota que los pies están cansados, es bueno añadir unas gotas de un aceite esencial de menta o de limón.
El aclarado es muy importante para retirar todos los restos, así como el secado. Es fundamental que no quede agua en la piel ni entre los dedos ni debajo de ellos para evitar que surjan problemas como los hongos u otras afecciones.
A continuación, el siguiente paso es aplicar una buena cantidad de crema hidratante. En realidad, este gesto tiene que hacerse todos los días, pero es especialmente relevante aplicarla tras el baño para conseguir una mayor penetración. Además, también es muy beneficioso aplicar el producto por la noche antes de irse a dormir.
La exfoliación no puede faltar en el ritual de belleza para los pies para evitar las durezas y conseguir que la piel quede más suave al retirar todas las células muertas. A veces, puede ser necesario utilizar también una lima o una piedra pómez para acabar con ellas, siendo mejor emplearlas con la piel mojada porque está más blanda y se retira mejor.
Y, por supuesto, no hay que olvidarse de cortarse las uñas. Lo más adecuado es hacerlo con los pies húmedos porque están más blandas. La forma tiene que ser cuadrada para que no se encarnen, terminando el proceso con una lima que siempre debe moverse en la misma dirección para que no se agrieten. Además, viene muy bien pasar por ellas un cepillo de cerdas suaves para limpiarlas y ablandar las cutículas.