Conseguir una depilación con cera fría perfecta


Entre los distintos métodos que tenemos a nuestro alcance para eliminar el vello, la cera fría nos permite eliminarlo en poco tiempo, con la ventaja de que el resultado es más duradero que otros métodos también rápidos, como puede ser eliminarlo con maquinilla.

Además, al contrario que ocurre con la cera caliente, no tenemos riesgo de quemarnos mientras la aplicamos, algo especialmente importante sobre todo en zonas sensibles como el labio superior, las ingles o el mentón o si tenemos la piel muy sensible, ya que en este caso la cera caliente, aunque no nos queme, puede provocar irritaciones.

Aunque la cera fría ofrece siempre buenos resultados, es aconsejable seguir una serie de pautas para que el resultado de la depilación sea perfecto:

– Es aconsejable que el vello sea largo cuando nos depilemos, ya que cuanto mayor sea la longitud, más eficaz y duradera será la depilación. Lo aconsejable es aplicarla con un vello de unas tres semanas, como mínimo.

– Antes de aplicarla calienta la cera frotando la banda con las manos durante unos cinco segundos. Cuando la apliques sobre la piel, frótala varias veces en la dirección del crecimiento del vello para que se adhiera bien y de ese modo retires la mayor cantidad de vello en cada aplicación.

– Depílate siempre en la dirección contraria a la que crece el vello. Debes retirar la banda con un movimiento firme y rápido, para que de ese modo la depilación resulte menos dolorosa. Si ha quedado algún resto de cera, lo mejor es eliminarla frotando con un algodón que hayas empapado previamente con aceite de bebé.

– Recuerda que no debes tomar el sol durante las 24 horas siguientes a la depilación, para evitar que aparezcan manchas en la piel.

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