Muchas marcas de cosmética optan por lanzar paletas con sombras de colores de diferentes tonalidades, que se van renovando cada temporada según las tendencias de moda. Son una buena opción para no tener que comprar tantas sombras individuales o bien para regalar para Navidad o en una fecha especial como puede ser también un cumpleaños. Sin embargo, la elección de la paleta es fundamental para no dejar sombras sin utilizar. Y, ¿cómo se elige? ¿Qué no puede faltar? O mejor dicho, ¿qué tiene que tener la paleta de ojos ideal?
Las cuatro claves
A la hora de elegir la paleta de sombras, es fundamental prestar atención a los colores. Y es clave probarlos. De esta manera, la primera comprobación es coger un poco de producto con el dedo y extenderlo sobre la mano. Es imprescindible que quede con la misma intensidad de color que se ve en la paleta, aunque se haya difuminado un poco.
Otro de los aspectos en los que hay que fijarse en la paleta de ojos es en los llamados colores de transición. Es decir, dentro de la que se adquiera, siempre tiene que haber algún tono marrón, verde o rosa, entre otros.
Además, dentro de estos tonos, igualmente clave es que los haya de diferente intensidad para poder hacer un juego de degradado de sombras a la hora de realizar el maquillaje de los ojos.
Los acabados es otra de las claves. No pueden faltar las sombras mate porque dan un efecto natural al maquillaje de día, sobre todo, cuando se emplean las que son de tonos nude o cálidos. Dentro de ellos, los que mejor combinación y posibilidades ofrecen son los marrones, gris piedra o teja.
Y, finalmente, también debe haber algún color con acabado nacarado para aportar brillo, siendo los tonos más ideales para la noche o la fiesta. Es más que suficiente con aportar un poco de esa tonalidad en la parte alta de la ceja o en el lagrimal.
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