Hacer la pedicura en casa no es realmente tan difícil como parece, aunque sí hay que dar más pasos más allá de lo que es meramente pintarse las uñas. ¿Qué hay que hacer para conseguir un buen resultado? Aquí te damos claves para que puedas disfrutar de una buena sesión de belleza y cuidado para tus pies en poco tiempo y sin salir de casa.
La pedicura en cinco pasos
En la pedicura hay cinco pasos que son imprescindibles. La exfoliación es una de las claves, teniendo que hacerla una vez por semana con el fin de eliminar los restos de piel muerta y las impurezas. Para ello, puedes utilizar cremas exfoliantes específicas para los pies, así como emplear piedras pómez o bien las limas eléctricas para ayudarte a quitar durezas o células muertas.
Otra de las claves es dar un masaje en los pies comenzando por la planta haciendo uso de una crema específica para esta parte del cuerpo y que sea muy hidratante. Un factor muy importante este último porque se tiene que trabajar sobre todo la zona de las durezas o las partes que más sufren de los pies.
En aquellos casos en los que lleves las uñas de los pies pintadas, es vital que se retire bien el esmalte sin que queden restos. Es mejor optar por los productos que no llevan acetona y que cuidan el pH de la piel para que no aparezcan irritaciones.
A la hora de cortar las uñas, se debe tener especial cuidado porque no hay que llegar las esquinas, que deben ser ligeramente limadas para que queden un poco redondeadas para que al crecer la uña no se clave en la piel, aunque tampoco es bueno limar demasiado porque si no la uña se mete en la carne del dedo.
Y, si vas a volver a pintarlas, no te olvides de poner una base protectora transparente para que las uñas no sufran para luego aplicar el esmalte del color que desees. Finaliza con una capa de pintauñas transparente para que el esmaltado dure más en perfecto estado.