El cuello es una de las partes del cuerpo que tiende a olvidarse y a no hacerse cuidados de forma diaria o periódica. Es un error porque tiene una piel muy delicada y que se arruga y gana flacidez fácilmente. Además, ahora con el auge de los dispositivos móviles y la postura que se adopta para ver estas pantallas, su deterioro se hace más evidente de forma más rápida. ¿Qué puede hacerse? Aquí te proponemos una serie de consejos.
Consejos
En primer lugar hay que mentalizarse de que la piel del cuello, como la del rostro, hay que cuidarla diariamente. Por eso es muy importante, extender la crema que se emplea para la cara por esta zona para que también esté hidratada y nutrida. Sin embargo, es conveniente utilizar para este parte cremas y productos reafirmantes para evitar que caiga y se produzca lo que se conoce comúnmente como papada.
A la hora de aplicarla es mejor hacerlo con un ligero masaje -solo lleva unos segundos-, de manera que se facilite también la circulación en esta parte del cuerpo y se contribuya a una mayor reafirmación.
La forma de hacerlo es aplicar la crema en dirección descendente, de manera que se tiene que comenzar por el mentón para finalizar en la zona de la clavícula. Un gesto que debe hacerse directo en cada parte del cuerpo como si se quisiera alisar la piel.
También se puede hacer un ejercicio muy sencillo, que se centra en tonificar y estirar los músculos de la mandíbula. Estando sentada -hay que estar con la columna bien recta-, se debe inclinar la cabeza hacia atrás hasta que se vea el techo. En esa posición, hay que fruncir los labios con fuerza como si fueras a dar un beso. Luego hay que volver a la postura inicial y repetir el movimiento.