Un buen maquillaje hace milagros. Es cierto, pero cuando hay que acudir a algún evento especial y se necesita deslumbrar no es suficiente, siendo necesario preparar la piel de antemano para que tenga un aspecto suave y fresco y con luminosidad.
Los consejos
Aunque siempre es importante comenzar a preparar la piel unos días antes, hay cuidados que deben adoptarse que son permanentes. Uno de ellos es lavar la cara siempre con agua fría, además de utilizar un gel limpiador que sea suave, para evitar la descamación y no se genere una sensación de sequedad en la piel y de falta de suavidad.
Tras esta pauta general, unos días antes del evento en cuestión, hay que hacer una serie de cuidados específicos. Por ejemplo, hay que hacer una exfoliación en el rostro, que debe realizarse uno o dos días antes con un producto que sea suave y no irrite la piel.
También es de gran utilidad aplicar una mascarilla sobre el rostro, pero sin cubrir la zona de los ojos, nariz y boca, siendo recomendable retirarla con agua tibia. No obstante, si es suave, se puede dejar actuar hasta que se absorba sin necesidad de retirarla. En este caso, se consigue un buen efecto si se añaden a la mascarilla unas gotitas de aceite de argán o de rosa mosqueta.
Cuando el evento o acto al que se tenga que asistir sea por la mañana, es posible utilizar la noche anterior la crema hidratante a modo de mascarilla para lo que hay que aplicar una capa uniforme por el rostro, pero más abundante.
Y otra clave consiste en ampliar la zona del contorno de ojos porque es producto que ayuda a prevenir la degradación del colágeno y la elastina. ¿Dónde ponerlo? Muy sencillo: desde encima de las cejas hasta la mitad de las mejillas.