El paso de los años se nota en la piel porque va perdiendo luminosidad. Sin embargo, mantener el rostro más luminoso y que parezca más joven es posible. Tan solo hay que seguir una serie de consejos y de cuidados que se deben realizar en el día a día y el objetivo estará conseguido.
Los consejos
Además de cuidar la alimentación, primando la ingesta de frutas y verduras, y beber agua para que la piel esté hidratada, hay otra serie de pautas que se deben adoptar para que la piel no pierda la luminosidad. No obstante, en función de la edad, puede ser conveniente reforzar la dieta con la toma de vitaminas y minerales o colágeno, entre otros componentes.
Una de las más importantes es la limpieza de la dermis, que es la base para que la piel esté siempre perfecta. De este modo, nunca hay que olvidarse de tres pasos esenciales: limpiar, tonificar e hidratar. También es clave la exfoliación una vez a la semana y, por supuesto, la hidratación y nutrición de la piel en función de sus necesidades.
Aparte es vital utilizar cosméticos que ayuden a evitar la aparición de manchas para no tener problemas posteriores. En el caso de que haya ya alguna pequeña, es mejor eliminarlas con el uso de cosméticos o cremas despigmentantes que recomiende un profesional o bien tratamientos más específicos según sea el problema. De este modo, se consigue también que la piel parezca más joven porque tener manchas suele ser sinónimo de avanzada edad y se eliminan más fácilmente porque conforme más pasa el tiempo, más cuesta que desaparezcan.
También es clave dar un pequeño masaje facial para activar la circulación sanguínea de la zona. Un gesto que se puede hacer cuando se aplica la crema hidratante o bien un momento antes de la noche, incorporándolo al ritual de belleza.
Es más que suficiente, si se hace todos los días, dar unos ligeros pellizcos por todo el rostro. El efecto es inmediato, aunque en este caso dura poco por sí mismo, pero sí se llega a percibir de forma prolongada cuando se es constante y se siguen todas las pautas dadas.