La depilación, con independencia del método que se emplee para eliminar el vello, puede dañar la piel. Un motivo por lo que es importante proporcionarle una serie de cuidados antes y después de depilarse. En esta ocasión, nos vamos a centrar en los que debes poner en práctica tras retirar el pelo. Toma buena nota para seguir luciendo una piel perfecta.
Cuidados clave
Con la depilación, sobre todo cuando el vello se arranca, el poro de la piel se dilata por lo que para cerrarlo siempre es conveniente que evites darte una ducha o baño con agua caliente, así como entrar en la sauna, termas… Lo mejor es emplear agua fría o bien aplicar sobre la piel cubitos de hielo. No hay que olvidarse de usar solo jabón neutro en la higiene diaria.
Con el frío la piel se calmará, pero para que aún esté mejor también puedes extender una crema para pieles sensibles. Es importante que no tenga fragancias ni alcohol para no irritarla. Una buena opción son todas aquellas que se venden para ser empleadas tras la depilación o bien el aceite natural. Igualmente, las que son o incorporan aloe vera son beneficiosas porque calman y regeneran.
En el caso de que tras la depilación aparezcan puntitos rojos –suele suceder con la cera o bien con la maquinilla eléctrica-, el frío también es de ayuda, aunque puede ser necesario utilizar algún cuidado más. Por ejemplo, es bueno aplicar agua termal dando un suave masaje.
Si te has quemado, por ejemplo con la cera, es muy bueno poner aloe vera sobre la piel o bien emplear cremas específicas que tratan este problema. En el supuesto de que aparezcan tras la depilación láser o fotodepilación, las pequeñas costras se caen solas por lo que solo se tiene que hidratar muy bien la piel.
Sol
Y, por supuesto, no te olvides de no exponer la piel directamente al sol tras depilarte porque está mucho más sensible. Si no queda más remedio, aplica crema protectora con pantalla total.
Enquistados
A veces puede suceder que el pelo se enquista. En estos casos, lo mejor que se puede hacer es poner dentífrico o bien aplicar un poco de alcohol de 90 grados con una gasa o compresa y esperar hasta que salga. Si ves que hay pus, es conveniente emplear un antiséptico o crema antibiótica. No obstante, si hay mucha cantidad, se debe acudir al médico.