Consigue una piel de seda


Aunque todas soñamos con una piel de seda, que resulte excepcionalmente suave al tacto, no siempre lo logramos, ya que la resequedad y las irritaciones nos impiden lograrlo. Sin embargo, no es imposible, y siguiendo algunos consejos, podrás disfrutar de esa piel sedosa que tanto deseas.

Uno de los secretos para conseguirlo es beber suficiente agua, ya que la falta de hidratación hace que la piel se reseque y se arrugue. Si no eres muy amiga del agua, puedes sustituirla por zumos de frutas naturales a los que puedes añadir un poco de agua para una mayor hidratación.

A la hora de la ducha o el baño, es importante que utilices jabones adecuados para tu tipo de piel para evitar irritaciones. Si tienes la piel muy sensible, puedes utilzarlos de glicerina, suaves o de aquellos que no contienen perfumes ni colorantes.

No pases mucho tiempo debajo de la ducha o dentro de la bañera, ya que esto también irrita la piel. A la hora de frotarte, elige un guante de crin, aunque no lo utilices a diario para evitar irritaciones.

No te debes olvidar de exfoliar la piel con regularidad, tanto la del rostro como la del cuerpo, con lo que lograrás eliminar las células muertas y aportar un extra de suavidad y luminosidad a tu piel. Lo más aconsejable es utilzarlas mientras nos damos una ducha, aplciándolas siempre con movimientos circulares y cuidando de no frotar vigorosamente.

Utiliza un guante de crin para las zonas más rugosas como los talones, los codos o las rodillas y para el resto del cuerpo puedes elegir entre las manos o el guante. No olvides que en zonas como el escote, el pecho o el abdomen la piel es más sensible, por lo que debes realizar la exfoliación con mayor

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