Durante el invierno, hay que proporcionar también cuidados extra a la piel por las consecuencias del frío y de las calefacciones. Y, sobre todo, ante una fecha como la llegada de la Navidad para poder lucir una piel perfecta y más luminosa. Muchas veces no se trata de cambiar las rutinas de belleza, sino de añadir ese plus para aportarle lo que le falta con nuevos tratamientos cosméticos.
Más luminosidad
En el invierno, es habitual que la piel pierda luminosidad. Pero esto tiene una fácil solución. Una de las principales claves está en aportarle una mayor hidratación para evitar que la dermis parezca mate y con un aspecto apagado. Este aporte se puede conseguir con las denominadas sleeping mask, que son una mezcla de mascarilla hidratante y crema de noche, pero que tiene más poder de hidratación. Su aplicación se realiza como la de una crema nutritiva nocturna.
Otra alternativa, sobre todo, en el caso de que se necesite recuperar la vitalidad de la piel, son los boosters. Una denominación bajo la que se engloba a todos aquellos concentrados activos, que se añaden a la crema habitual para enriquecerla. Varias marcas disponen de este tipo de productos, muchos de los cuales tienen un efecto prácticamente inmediato.
Arrugas
Con el frío y al estar el ambiente más seco, las arrugas se notan más porque la piel precisa de más hidratación. En estos casos, una buena solución son los productos con ácido hialurónico porque retienen mejor el agua. La ventaja de este activo es que se puede emplear bajo la crema diaria –utilizándolo a lo largo del día según se precise- o mezclado con base de maquillaje.
Poros
Con las calefacciones, la piel suele acumular más suciedad, que queda acumulada cuando se tienen los poros abiertos, viéndose todavía mucho más abiertos. Para eliminar las impurezas y las células muertas se puede hacer una exfoliación suave con los nuevos sérums con efecto peeling, que van dejando ver una piel más nueva de forma progresiva.
Este producto se usa por la noche, teniendo que pasar como mínimo cinco minutos de tiempo hasta que se aplique la crema de tratamiento. Se pueden utilizar unos tres días a la semana, aunque depende del tipo de piel.