La menopausia marca un antes y un después en el cuerpo de la mujer. Y, además, es algo de lo que ninguna se escapa, puesto que más pronto o más tarde se tiene que pasar esta etapa de la vida. Un motivo por el que es muy importante conocer los cambios que se producen en el organismo y paliarlos. Muchas veces nos hemos centrado en los cuidados previos o durante la menopausia, pero también es importante adoptar una serie de hábitos tras ella, sobre todo, para no coger peso.
Cuidados
La alimentación debe vigilarse especialmente para introducir pautas que sean más beneficiosas para el organismo en este momento de la vida, aunque algunas deben mantenerse como es el caso de beber agua, entre 1,5 litros y dos litros al día, para tener el organismo bien hidratado.
También es importante aumentar la dosis de calcio que se toma a 1.500 miligramos diarios, lo que puede equivaler a dos vasos de leche –mejor desnatada y enriquecida con vitamina D-, un yogur, 225 gramos de acelgas, 30 gramos de queso manchego curado o una sardina en aceite, entre otros productos.
De fruta deben tomarse dos piezas como, por ejemplo, peras o manzanas, así como naranjas y fresas, mientras que se deben introducir en la dieta los copos de avena integral o el pan de centeno en el desayuno. Además, una o dos veces por semana se tienen que tomar legumbres con verduras para comer.
Las hortalizas y verduras deben priorizarse en la dieta, sobre todo, las espinacas, brécol, calabaza, coliflor o la berenjena, aparte de tomar dos veces a la semana pescado azul por su contenido en ácidos grasos esenciales Omega 3.
En cuanto a la carne, las raciones ideales son cuatro veces a la semana, tomando sobre todo las que son blancas, es decir, pechugas de pollo o de pavo. Y, finalmente, también se puede tomar una copa de vino tinto al día porque está demostrado que levanta el ánimo y disminuye la propensión a la depresión.