No siempre, es conveniente utilizar zapatos cerrados, sobre todo si vas a llevar vestido o unos pantalones pirata que combinan mucho mejor con unas bonitas sandalias. Pero cuando tienes los pies secos y agrietados, seguro que te da vergüenza usar zapatos abiertos que permitan que tus pies se vuelvan el centro de atención de manera desagradable. El problema es, que los pies agrietado no son sólo estéticamente feos, sino que además, pueden ser bastante dolorosos.
Pero, ¿por qué tienes que sufrir tanto? ¿esta situación se puede cambiar? Por supuesto. Sólo necesitas dedicar un poco de tiempo a tus sufridos pies y seguir algunos de los consejos que aquí te damos. El primer paso que debes realizar para tratar los pies agrietados es limpiarlos profundamente. Sumérgelos en agua tibia y añade un buen gel. Puedes sustituir el champú por un poco de aceite de oliva o miel para ayudar a hidratarlos mejor. La miel te ofrece una ventaja añadida, que es la de trabajar como antiséptico, sobre todo cuando las grietas en los pies son sangrantes.
Es necesario que te laves bien los pies con una esponja de baño o con una piedra pómez. Si la piel que rodea a la grieta es demasiado dura, utiliza la piedra pero con cuidado no te vayas a hacer más daño. Al principio, puede que tengas que seguir esta rutina casi a diario. Una vez que las grietas comienzan a curarse, puedes hacerlo una vez a la semana.
Una vez que tus pies estén limpios, sécalos y aplícales un poco de crema o loción hidratante. Si la crema tiene vitamina E o manteca de karité mucho mejor. También existen cremas especiales para pies agrietados. Revisa que la crema contenga glicerina o parafina y que no contenga nada de alcohol.