No tiene cuerpo de top model, pero la silueta de Michelle Obama es una de las más envidiadas por muchas mujeres, sobre todo, por sus brazos tonificados y torneados, pero sin estar musculados y sin que pierdan su feminidad. Una particularidad de su anatomía que, incluso, ha dado paso a que muchos gimnasios hayan creado diferentes modalidades específicas para trabajar los brazos en cuyas denominaciones se incorporan las iniciales del nombre de la primera dama. Sin embargo, este resultado se puede conseguir desde casa con dos sencillos ejercicios con los que empezarás a ver el verano de otra manera porque ya no habrá temor a que llegue el calor y decir adiós a las mangas. Ahora podrás lucir tirantes sin complejos.
Los ejercicios
Realmente, como en todo ejercicio físico, hay que tener muy claro que no existen los milagros y que los resultados que se consiguen son fruto de la constancia. Y más en este caso porque los brazos son una de las zonas más difíciles del cuerpo de la mujer y que puede tardar más en notar resultados porque, a diferencia de los hombres, se tiene menos masa muscular.
Pero no está todo perdido. En primer lugar, hay que hacerse con unas mancuernas. Su peso variará según la fuerza que tenga cada mujer. No obstante, lo recomendable para empezar es medio kilo o un kilo como máximo para poder tonificar pero que no se coja volumen. En el caso de no tenerlas en casa, se puede optar por otros artículos como botellines de agua por un peso equivalente.
Con esto, hay que empezar a tomar posición. Los dos ejercicios se realizan de pie. La mejor posición es tener las piernas ligeramente abiertas, de manera que esa apertura coincida más o menos con la distancia existente entre los hombros. Las dos rodillas tienen que estar ligeramente flexionadas, estando en una posición cómoda.
Con esta base. Hay que coger una mancuerna en cada mano con los brazos estirados y paralelos al cuerpo. A continuación se tiene que empezar a flexionar por los codos para subir la mancuerna en dirección al hombro contrayendo el bíceps para posteriormente ir bajando poco a poco a la posición inicial. La respiración es muy importante para conseguir mejores resultados. Se debe inspirar al subir hacia el hombro y expirar en la bajada. Como siempre, hay que repetir el ejercicio 15 veces, haciendo un total de tres repeticiones.
El siguiente ejercicio puede que cueste más hacerlo porque es específico para la parte interna del brazo, que es dónde tiende a aparecer la flacidez. Hay que levantar el brazo cogiendo la mancuerna y pasarlo por detrás de la cabeza, flexionando el codo. Tras ese punto de partida. Hay que levantar la mancuerna para que el brazo vuelva a estar totalmente estirado. Llegado a ese punto, hay que volver a bajar flexionando de nuevo por el codo. Para mayor efectividad y hacer el ejercicio de forma correcta, con la otra mano puedes sujetar el bíceps para que esa parte del brazo no se mueva y este siempre en la misma postura, de manera que sólo se produzca la flexión a partir del codo. Notarás la diferencia.