Tener el vientre plano y firme es el sueño de muchas mujeres. No siempre es fácil y no es cuestión solo de tener unos kilos de más o de menos. Y es que influyen muchos factores que impiden lucirlo como las modelos: desde trabajos en los que hay que pasar mucho tiempo sentada a embarazos, problemas intestinales, falta de actividad física… Sea cual sea el caso, se está a tiempo de poner solución con una serie de ejercicios que son sencillísimos y para los que no necesitas buena forma física.
Los ejercicios
El movimiento que hay que realizar es bastante sencillo. En primer lugar, tienes que ponerte pie, situándolos ligeramente separados con una anchura similar a la de las caderas. Desde ahí, tenemos que comenzar a flexionar los brazos para que los codos queden a la altura del pecho y las manos, que es mejor cerrarlas en puño, se sitúen a la altura de la barbilla aproximadamente.
En esta posición, tienes que comenzar a hacer rotaciones de tronco de un lado a otro, es decir, desde la postura inicial hacia la derecha para volver de nuevo al centro y girar a la izquierda regresando otra vez al centro.
En estos movimientos, para que sean efectivos, es muy importante que no se muevan ni las piernas ni los pies e, incluso, la cadera. Se trata de mover sólo el tronco. No obstante, puede que al principio sí notes que se mueve ligeramente algo la cadera. Para optimizar el movimiento, contrae el vientre.
El siguiente ejercicio parte de la posición inicial del anterior y también se centra en hacer giros a izquierda y derecha, pasando por el centro en cada uno de ellos, teniendo la particularidad de extender el brazo en cada movimiento. De esta manera, si giras hacia la derecha, tienes que estirar el izquierdo, mientras que cuando vayas hacia la izquierda el brazo que se extiende es el derecho. Es como si hicieras el movimiento del boxeo.
Finalmente, también de pie y separados con una anchura similar a la de las caderas, tienes que poner en ellas las manos y flexionar el tronco de forma lateral primero hacia la izquierda para luego volver a la postura inicial y doblar a la derecha regresando otra vez al centro. De este modo, se trabaja la zona lateral. Y para conseguir más eficacia, mantén el vientre contraído en cada movimiento.