Los rayos solares tienen efectos nocivos, pero también beneficios. Para aprovechar sus aspectos positivos hay que cuidar las exposiciones solares, pero sobre todo evitar cometer una serie de errores que están muy extendidos socialmente y que se tienden a hacer sin pensar y por inercia. Aquí te recopilamos los principales para que no los olvides.
Los errores
Una de los equivocaciones más habituales es pensar que el sol de primeras horas de la mañana y el de a partir de las 16.00 horas no hace daño. Realmente, no es así. Los rayos UVA está presentes desde el amanecer al anochecer por igual, mientras que los UVB son más fuertes entre las 10.00 y las 16.00 horas. Un motivo por el que hay que protegerse siempre que uno se exponga al sol, con independencia de la hora.
También es otro error muy grave pensar que en un día nublado no hace falta protección. Realmente, hay menos rayos ultravioletas, pero también están presentes por lo que hay que incidir en proteger la piel al igual que cuando se está a la sombra, que puede llegar a proteger hasta un 50% de la radiación solar y nunca se garantiza una protección total.
Una situación similar se produce cuando se está al aire libre. Es habitual pensar que no es necesaria la protección solar. Otro error grave porque, por ejemplo, en la montaña la radiación crece con la altura.
En relación a las cremas también hay otra serie de falsas creencias como que no hay que reponer las que son resistentes al agua o que solo hay que aplicarlas una vez al día. Sin embargo, sí es preciso porque el agua remueve la protección y cualquier protector solar debe reponerse a lo largo de la exposición. Y tampoco hay que bajar el factor conforme avanza el verano y ya se esté bronceado porque el nivel de protección de la piel morena es muy bajo. Siempre es recomendable utilizar como mínimo el 30.
Precisamente, con un factor de protección de 30 o superior, se tiende a pensar que la persona no se broncea, pero no es así porque no se filtran nunca el 100% de los rayos por lo que la piel se pone morena.
Y otro error común es pensar que tomar el sol para ir ya moreno a la playa protege más la piel. No es cierto porque la exposición solar continúa y la piel sigue estando expuesta a las radiaciones solares.