Usado en tiempos antiguos por los egipcios, griegos, romanos y árabes para preparar comidas, perfumes y humectantes, así como para proteger la piel de los atletas, su uso en nuestros días tiene un mayor alcance.
El aceite de oliva no sólo es un ingrediente básico en la cocina mediterránea, ganando cada vez más popularidad a nivel mundial, sino que gracias a sus beneficios antioxidantes es un ingrediente para el cuidado de la piel de muchas compañías de cosméticos.
Gracias a su poder antioxidante, el aceite de oliva ayuda a proteger la piel contra los efectos dañinos de los radicales libres, retrasando el envejecimiento de la piel.
A continuación te ofrecemos una serie de “recetas” para que tú también puedas aprovechar los beneficios de este producto tan natural:
Aceite de oliva en la piel:
Puede usarse como aceite de cuerpo. Por supuesto que el aceite de oliva tiene un olor característico y esto hace que no sea el aceite de cuerpo favorito pero es muy nutritivo. Puede emplearse en la piel irritada del bebé.
Aceite de oliva en masajes:
Un aceite de oliva ligero puede usarse para aceite de masajes. Es mejor que el aceite mineral contenido en la mayoría de aceites comerciales.
Para las manos:
Si tienes las cutículas partidas o ásperas puedes ponerte unas gotas de aceite de oliva y masajear las cutículas todos los días.
Para los pies ásperos:
Puedes ponerte un aceite ligero para suavizar los pies.
Mascarilla con aceite de oliva:
Mezcla la clara de un huevo con unas gotas de aceite de oliva y una cucharadita de miel. Aplícala sobre la piel limpia y déjala por 10 minutos. Para todo tipo de piel es hidratante.