Los años pasan e, inevitablemente, se van reflejando en nuestra piel, lo que se traduce en la aparición de manchas y la aparición de signos de flaccidez en el rostro. El grado de estos signos de la edad dependerá en gran medida de cómo hayamos cuidado de nuestra piel durante nuestra juventud. Si tu piel presenta estos signos, te proponemos unos consejos para combatirlas:
Procura que tus cremas limpiadoras contengan también principios que nutran tu piel. Por ello es bueno optar por las leches limpiadoras o los aceites en emulsión. Si te gustan las cremas, utiliza aquellas que estimulan la función celular para así compensar la falta de colágeno.
Esta pérdida de colágeno, la sustancia que mantiene terasa y elástica la piel, se pierde según nos vamos acercando a la madurez. Por ello, para nuestras cremas de día, debemos elegir aquellas que contengan pigmentos reflectores de luz, ya dan a nuestra piel una apariencia más tersa. Recuerda que, a la hora de aplicar las cremas, no debes estirar la piel del rostro para no intensificar las arrugas.
Debes utilizar siempre productos antimanchas, ya sea para prevernirlas o para combatirlas si ya han aparecido. Si son muy marcadas, puedes eliminarlas con tecnología láser.
Es por la noche cuando debes utilizar productos enriquecidos con tecnología encapsulada que vayan liberando sus principios activos a medida que descansas. Para reforzar dichas cremas, no dudes en utilizar una mascarilla nutritiva y retensora de la piel una vez por semana, para compensar la pérdida de hidratación.
Es importante que los productos que utilices para por la noche contengan entre sus componentes elastina y colágeno para lograr recuperar la firmeza de la pie. También deben contar con vitaminas A, C y E, que tienen efecto antioxidante. Las cremas con calcio te ayudarán a reforzar la piel y a evitar que se descuelgue. Y no te olvides de la crema para el contorno de labios. Es esencial para luchar contra el incipiente «código de barras».