Hoy en día muchas mujeres y hombres harían cualquier cosa por perder peso. Mucha gente, incluso estando en su peso correcto, deciden perder más para estar más “a la moda”. Algunas de estas personas comienzan a realizar diferentes dietas y a realizar ejercicios sin un control médico que les guie correctamente.
Desafortunadamente, el consumo de tabaco es uno de los medios que hoy en día utilizan muchas personas para perder peso. ¿A qué se debe esto? La respuesta es muy sencilla: fumar acelera la pérdida de peso, ya que mata al apetito y quema rápidamente el peso extra del sistema. Pensar que la rápida pérdida de peso que nos produce el fumar es bueno, a la larga, lo que va a hacer es provocarnos grandes problemas de salud.
El tabaco, entre otros problemas, aumenta el riesgo de cáncer en las personas, no sólo el cáncer de pulmones, también está vinculado al cáncer del cuello de útero, laringe, esófago, riñones, páncreas e incluso el cáncer de mama. Fumar también “roba” al cuerpo el calcio, por lo que los fumadores son más propensos a desarrollar osteoporosis.
Si lo que deseas es bajar peso, fumar no es la solución. Visita a un especialista en la materia y comienza a realizar ejercicio diario. Un buen paseo matutino te ayudará a cuidarte. En vez de realizar tus compras en coche puedes realizarlas paseando, así quemarás calorías. Intenta llevar una dieta sana y come, pequeñas cantidades, cada tres horas.