Si tienes el cutis graso, seguramente te ha ocurrido que, al poco de maquillarte y ponerte realmente guapa, comienzan a aparecerte brillos en la piel del rostro, y las secreciones grasas que lo acompañan hacen que nuestro maquillaje desaparezca rápidamente. Normalmente el brillo facial se concentra en la nariz, la frente y las mejillas pero puede extenderse por todo el rostro.
La aparición de brillos normalmente se debe a la genética, factores hormonales o estrés, o a una combinación de los tres factores, que hace que aumente la secreción grasa de nuestra piel.
Para contrarrestarlo cuando nos maquillemos, lo mejor es aplicar una base especial para este tipo de piel y especialmente mate para reducir el brillo. En cuanto a su aplicación, lo ideal es extenderlo con los dedos. Después, con una esponja, eliminaremos el excedente de producto para que nuestro rostro no adquiera un aspecto demasiado opaco, ya que, cuanto más denso es un producto, más debemos concentrarnos en repartirlo uniformemente y en el resultado final para que nuestro aspecto sea natural.
Este procedimiento es ideal para mujeres con piel grasa o mixta, cuando se salga por la noche y para climas calurosos. Están pensados especialmente para pieles jóvenes, ya que, cuanto más joven es la mujer, se da mayor tendencia a la aparición de brillo en el rostro.
También puedes prepararte una mascarilla casera para la piel brillante, para lo que necesitas una cucharada de arcilla francesa verde, una cucharada de miel y una gota de aceite esencial de lavanda. Mezcla todos los ingredientes y disuélvelos en agua hasta que adopten una consistencia cremosa. Después aplica la mascarilla sobre el rostro durante quince minutos y, pasado este tiempo, aclárate con agua. Puedes usarla dos veces por semana.