Sobre los cuidados del cabello siempre hay muchos falsos mitos y más de una mentira que se ha convertido en realidad por el boca a boca, pero que carece de toda base y certeza. Son ideas generalizadas que no ayudan a que el pelo esté en perfecto estado. ¿Cuáles son? Aquí te hacemos un listado sobre los más extendidos y desvelamos qué hay detrás de cada uno de esos mitos.
Las mentiras
La mayoría de los falsos mitos están relacionados con el lavado del cabello y con el champú. El primero de ellos que hay que desterrar es que utilizar este tipo de productos no ayuda a cuidar el pelo. Es falso. Realmente, si se elige el champú adecuado a cada tipo de cabello sí se consigue tenerlo en perfecto estado. Además, su uso es menos dañino que otras alternativas que se emplean como lavarlo con bicarbonato o vinagre, que son más agresivos.
También relacionado con el champú está otro falso mito. Tampoco es cierto que el mejor champú sea uno neutro porque este tipo de productos tienen un pH de 7, que es demasiado alto para el cabello, cuyo pH suele estar entre 5,5 y 6. De este modo, hay que fijarse en que el producto no supere nunca un pH de 6. Si es para uso frecuente, el champú debe tener un pH de 5.
Y otra mentira es que hay que variarde champú con frecuencia porque, en caso contrario, deja de ser efectivo. Esto realmente no es así. La explicación está en que las condiciones del pelo van cambiando con el paso del tiempo por lo que es preciso adaptar el champú a las necesidades de cada momento. De este modo, solo hay que cambiar el producto si se observa que el cabello comienza a tener carencias de brillo, luminosidad, se cae, se encrespa….
Otro falso mito es que, al lavarse el pelo, hay que darse dos jabonadas. No es cierto y, además, puede ser un hábito nada bueno si se tiene el pelo seco porque contribuye a que se seque aún más. Y es que el champú quita la suciedad, pero también arrastra con él las grasas que recubren las cutículas, lo protegen y le dan brillo.
Las veces que se lava el cabello tampoco están relacionadas con su caída. Así, tampoco es verdad que se caiga más si se lava el pelo a diario. Lo que sucede en esta situación es que se arrastran cabellos por la fricción y el agua, pero son cabellos que se caerían igual de todos modos porque forman parte de la caída diaria. Sin embargo, sí hay que tener en cuenta que lavarlo muchas veces sí genera más grasa por lo que hay que ser cautos con el número de lavados para evitar que se produzca más sebo, sobre todo, si se tiene el cabello graso.