Manchas, arrugas de expresión, todo ello va haciendo que la edad se acumule en la piel del rostro y vayamos perdiendo ese aspecto joven que tanto nos gusta lucir. Para evitarlo podemos utilizar varias técnicas estéticas, algunas más invasivas que otras.
Si no te atrae la idea de meterte en un quirófano o de aplicarte botox, puedes optar por el fotorejuvenecimeinto facial, una técnica que permite eliminar manchas e imperfecciones de la piel, así como arrugas de expresión utilizando luz pulsada.
La luz pulsada, también denominada láser frio, tiene la ventaja con respecto al láser de que puede modificarse según el problema a tratar y el tipo de piel que tenga la persona que se somete a este tratamiento.
Cada sesión dura entre 30 y 45 minutos, y mientras nos lo aplican no notaremos más que un ligero malestar. Si la sensación nos resulta muy desagradable, se nos puede aplicar un anestésico tópico una hora antes del tratamiento, con lo cual no sentiremos nada. Después de cada sesión podremos notar como la piel ha enrojecido, e incluso las manchas que pretendíamos eliminar aparecerán más visibles, pero no deberemos preocuparnos ya que se irán decolorando gradualmente según pasen las horas después del tratamiento.
Cada tratamiento suele estar constituido de unas cinco sesiones, en cada una de las cuales se elimina un determinado tipo de lesión. Será necesario dejar descansar la piel por un periodo entre tres y cuatro semanas para aplicar cada sesión. Mientras dure el tratamiento deberemos utilizar siempre protector solar para evitar que nuestra piel adquiera color mientras realizamos el tratamiento.
La gran ventaja de este tratamiento es, sin duda, la rápida recuperación, ya que podemos retomar nuestra rutina habitual inmediatamente después de cada sesión, e incluso podremos utilizar maquillaje para cubrir el enrojecimiento facial.