Si queremos darle un toque especial a nuestro maquillaje de noche, sobre todo si es una ocasión muy especial, podemos lograrlo dándonos unos pequeños toques de luz en nuestro rostro que nos ayuden a destacar ciertos rasgos y a matificar otros, lo que logramos con el uso de iluminadores, dando a nuestro rostro una apariencia muy especial.
Existen distintos tipos de iluminadores, deberemos escoger el que sea más acorde con nuestro tipo de piel, así como con su tonalidad. Para ello, podemos elegir entre distintos colores, como son el dorado, el plateado, el malva o el verde.
Existen también muy variadas texturas de iluminador, y la forma de aplicarlos dependerá de con cual nos manejemos mejor o de la parte del rostro sobre la que los queramos aplicar. Existen brochas específicamente diseñadas para aplicar el iluminador, pinceles, esponjillas e incluso podemos utilizar la yema de los dedos. Puedes probar distintas técnicas y elegir la que te dé el resultado que más te guste.
A la hora de maquillarte, puedes poner un toque de iluminador en las cejas. De ese modo, lograrás que tus ojos se agranden y que sean el centro de tu maquillaje.
En los ojos, puedes aplicarlos en todo el párpado superior o en el arco debajo de las cejas. También puedes iluminar el lacrimal, aplicando un pequeño toquecito en cada uno de ellos e incluso como delineador, según cómo quieras iluminarlos.
Puedes utilizarlo también para destacar tus pómulos, pero recuerda que siempre debes aplicar el iluminador después de la base y el colorete, con lo que lograrás afinar el rostro.
Aplicándolo en las aletas de la nariz lograrás afinarla, por lo que es ideal si tienes la nariz muy ancha. Para terminar puedes darte un pequeño toque en la barbilla. De este modo delimitarás el óvalo de la cara y eliminarás los brillos que hayan podido aparecer.